El Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto se transformó en un espacio sagrado donde reinaron los mensajes de amor, paz, esperanza y adoración al Señor durante todo el día y la noche.
En un espectacular evento que congregó a miles de jóvenes, la Convención Nacional de Jóvenes Cristianos (CNJ) bajo el lema «La Carrera» se llevó a cabo en el Palacio de los Deportes el pasado 22 de enero de 2024. Organizado por el Movimiento Somos Uno, esta gran concentración tuvo como objetivo principal fomentar el liderazgo juvenil y promover valores cristianos en medio de la crisis moral global.
El Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto se transformó en un espacio sagrado donde reinaron los mensajes de amor, paz, esperanza y adoración al Señor durante todo el día y la noche. Los jóvenes participaron activamente en diversas áreas como canto, danza, producción, multimedia, relaciones públicas, comunicaciones y prensa, entre otras, contribuyendo al éxito del evento.
En un momento culminante, el líder de Somos Uno, Junior Ponciano, expresó su preocupación por la dirección que toman los jóvenes hoy en día, centrándose en tendencias y likes en lugar de valores. Destacó la importancia de mantenerse enfocados en la vida y recordó que «La Carrera» es más que llegar primero, es sobre mantenerse enfocados en metas y valores.
Como respuesta a esta inquietud, Somos Uno organizó una carrera simbólica para recordar a la juventud la importancia de mantenerse centrados en sus metas y valores, independientemente de las distracciones sociales.
La Convención también fue testigo de una impresionante danza contemporánea que abordó la parábola de las diez vírgenes y sus lámparas. Esta narración destacó la importancia de permanecer firmes con el Señor, asegurando que nuestras lámparas estén encendidas al cumplir con sus mandamientos y permanecer alineados con su palabra.
El evento dejó una profunda huella en los corazones de la audiencia, evidenciando el mover del Espíritu Santo. La CNJ se consolida como un espacio de inspiración y fortalecimiento espiritual para la juventud, marcando un hito significativo en la historia del Movimiento Somos Uno y consolidándose como un faro de esperanza en medio de los desafíos contemporáneos.