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Trump va a la caza del voto libertario pero poco tiene que ver con Milei

“Si quieren perder, no voten por mí. Sigan recibiendo el 3% de los votos cada cuatro años”, les desafió Trump.

Washington, 3 jun (EFE).- Empujado por la necesidad de consolidar su liderazgo en las encuestas, el expresidente de Estados Unidos y precandidato republicano Donald Trump se ha lanzado a la caza de un grupo de votantes muy particular: los del Partido Libertario.

Trump, que no está nada acostumbrado a dar discursos ante un público que no le profesa admiración absoluta, protagonizó el 25 de mayo un gesto muy inusual al participar en la convención nacional del Partido Libertario celebrada en un céntrico hotel de Washington.

Con su tono altivo habitual, el republicano les ofreció ser su candidato a la Casa Blanca, algo que rechazaron con abucheos los militantes libertarios, quienes acabaron nominando al activista Chase Oliver.

“Si quieren perder, no voten por mí. Sigan recibiendo el 3% de los votos cada cuatro años”, les desafió Trump.

La anécdota demuestra la voluntad del magnate neoyorquino por atraer a sus filas a los partidarios del libertarismo, que defienden reducir el Estado y dar rienda suelta al mercado, una ideología que el presidente argentino, Javier Milei, ha puesto en el mapa y que puede tener un papel determinante en las elecciones estadounidenses de noviembre.

“Puede ser que a Trump le interese ganar el apoyo libertario porque el libertarismo, al parecer, está de moda, sobre todo tras la victoria de Milei en Argentina”, cuenta a EFE Daniel Raisbeck, analista del centro de pensamiento Instituto Cato, en Washington.

Trump lidera las encuestas ligeramente por encima del presidente demócrata Joe Biden, de manera que los partidos minoritarios, como el Libertario y el Verde, y las candidaturas independientes, como la de Robert F. Kennedy Jr., pueden causar un daño irreparable a alguno de los aspirantes punteros.

El profesor de la Universidad Metodista del Sur añade por su parte que Trump ha demostrado “tendencias autoritarias” y eso resulta un “anatema” para los libertarios.

Curiosamente, Milei, quien se autodefine como el primer presidente libertario del mundo y suele defender esa ideología en los viajes que hace fuera de Argentina, ha confesado una gran fascinación por Trump, con quien incluso tuvo un breve encuentro en febrero pasado en Washington.

Pero Raisbeck insiste: Milei y Trump solo coinciden en su “estilo polémico” y su “oposición a la izquierda”, dado que el presidente argentino promueve “una agenda libertaria y librecambista” y el aspirante republicano es “proteccionista e intervencionista”.