Aunque esta es una interrogante difícil de responder, muchos especialistas han hecho sus proyecciones respecto al futuro que nos aguarda. luego del covid-19
Hoy, cuando el mundo aún no ha superado al covid-19, las personas de naturaleza curiosa y, seguro llevados por la preocupación sobre el futuro, se interrogan respecto a cómo será el mundo después del coronavirus. Muchos expertos hacen sus apuestas. Dicen que ya nada será igual desde el punto de vista económico, social e incluso político. ¿Qué pasará con nosotros como comunidad humana?
Esta es una pregunta muy difícil de responder. Las inferencias más optimistas apuntan a que habremos aprendido una importante lección: estamos interconectados. De alguna manera la salud y el bienestar de uno dependen de la salud y el bienestar de todos. A su vez, la productividad y el bienestar de las economías de las naciones, está ligado a la salud colectiva.
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Otra importante lección apunta a que seguro después de la pandemia también apreciamos más nuestro derecho a ejercer las libertades personales. Cobrará otro sentido poder salir, reunirnos y compartir con familiares, amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo, analistas prevén que las formas de socialización cambiarán sustancialmente debido a una actitud de protección individual contra la enfermedad.
Esto no quiere decir que los encuentros, los abrazos y los besos, estarán vedados. ¡No! Tan solo habrá más cautela. Por ejemplo, algunos hablan de que en el período inicial de clausura de la pandemia, el miedo a la infección continuará. El temor al contagio traería como consecuencia que se mantenga la distancia física entre personas desconocidas. Incluso algunos analistas hablan de la posible aparición de rechazo a personas de ciertas nacionalidades, razas o estratos sociales. ¿Se cumplirá esta proyección?
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Asimismo, cuanto a la socialización podrían imponerse normas estrictas de higiene ante el Coronavirus para disfrutar del uso de los espacios públicos y privados como protectores, marcas para delimitar el distanciamiento, pocos comensales en los restaurantes o solo algunos espectadores en teatros y cines. Estas medidas entrarán pronto en vigor en algunos países de Europa.
La nueva normalidad
Hay muchos comportamientos y rutinas que ya han comenzado a manifestarse y que podrían ser parte del nuevo orden social por algún tiempo. Ojalá pasar más tiempo con la familia sea uno de ellos; o la lectura de libros en diversos formatos, con un aparente predominio de los textos digitales.
Más allá de lo social, se habla de que atravesaremos una situación económica difícil caracterizada por pérdidas sustanciales de puesto de trabajo. Mientras otros empleos se transformarán inclinando la balanza hacia el aumento del teletrabajo. Igualmente, la educación en línea podría experimentar un impulso.
La adopción de estos cambios por Covid-19 dependerá de la población y sus circunstancias. Es de esperarse que las actitudes y comportamientos que finalmente se materialicen y perduren sean las más sanos, funcionales y, sobre todo, las que hablen bien respecto a nuestra capacidad de empatía.
