Por: José Morón / Color visión
No importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte». Esta es la famosa frase de Rocky Balboa
Durante 150 minutos el París Saint-Germain fue superior muy, muy superior en la eliminatoria. El Real Madrid parecía un juguete en las manos de Marco Verratti y Kylian Mbappé. Y ese es ahora mismo su nivel en Europa cuando se enfrenta a un equipo superior.
Pero es que la otra cara de la moneda es que el Real Madrid es el equipo que menos sufre, al que menos le importa, ser inferior. Por eso el Real Madrid siguió de pie. Cualquier otro se hubiera caído, cualquier otro equipo iría en ese momento 0-4 en la eliminatoria. Resistió y aguantó con un ejercicio de supervivencia heroico de Militao, Alaba y Valverde esperando que el fútbol le diera una oportunidad.
El Real Madrid empató. Era su momento y lo aprovechó para darle un golpe de realidad al París Saint-Germain que acabó deambulando sonado por el cuadrilátero del Santiago Bernabéu. Durante 30 minutos se vio porque el Real Madrid es tan grande en Europa y porque el PSG sigue siendo tan pequeño.
El Bernabéu rugía hambriento mientras Camavinga, Rodrygo y Lucas apretaban, Benzema celebraba cada gol con la cara desencajada y Luka Modric jugaba simple y llanamente para la historia.
La prensa francesa no se ahorra críticas para PSG
Un diario deportivo destaca el «estado de gracia» del francés Karim Benzema, autor de los tres goles de los madrileños, pero señala que eso «no puede explicar todo», e incide en que los jugadores del PSG fallaron «en el plano mental».
Le Parisien, titula «Y París se hunde». «Crucificado por tres goles de Karim Benzema, sale por la puerta de atrás cubierto de ridículo», añade. Insiste en la cuestión psicológica: «Una mentalidad de gorrión» tras el empate madridista, con pérdidas de balón sistemáticas y fallos de marcaje que permitieron numerosas ocasiones y remates de los blancos.
Nasser Al-Khelaifi explota tras derrota
El presidente del París Saint-Germain (PSG), el catarí Nasser Al-Khelaifi, protagonizó un episodio de ira tras la eliminación de su equipo, informo Movistar+.
Al-Khelaifi bajó desde el palco a la sala habilitada para los equipos invitados al estado Santiago Bernabéu. El dirigente del conjunto parisino llegó a la zona dando golpes y gritos y en busca del árbitro. Sin embargo, el mandatario catarí se equivocó y entró en el despacho de Carlos Mejía Dávila, delegado de campo del Real Madrid, según informó Movistar+ en su canal Liga de Campeones.
El PSG, que ha invertido millones de dólares en fichajes en los últimos años, se va con las manos vacías de nuevo del torneo de clubes más importante del mundo, y con la impotencia que tuvieron en sus manos la victoria y la dejaron escapar frente al cuadro merengue.