Los hechos revelan una violencia extrema por parte de Peralta Batista, ya que dejó a su expareja en estado de gravedad al destrozarle la mandíbula con una golpiza salvaje en el cuello y la boca.
La Fiscalía de Santiago ha presentado una solicitud al Tribunal de Atención Permanente de esta demarcación, instando a la imposición de prisión preventiva como medida de coerción para Máximo Peralta Batista, un hombre de 52 años. Este individuo es acusado de intentar asesinar a su expareja sentimental, a quien previamente propinó una brutal golpiza y arrojó por unas escaleras.
Los hechos revelan una violencia extrema por parte de Peralta Batista, ya que dejó a su expareja en estado de gravedad al destrozarle la mandíbula con una golpiza salvaje en el cuello y la boca. Posteriormente, la lanzó desde un segundo piso, dejándola aparentemente sin vida en un charco de sangre. Estos actos brutales han llevado a la Fiscalía a solicitar medidas judiciales contundentes.
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La Unidad de Atención Integral a Víctimas de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales ha desempeñado un papel crucial en este caso, colaborando con la fiscalía en la formulación de cargos contra Peralta Batista. Se le imputan violaciones a diversos artículos del Código Penal Dominicano, incluyendo aquellos relacionados con violencia de género e intrafamiliar agravada y tentativa de homicidio, según lo establecido por la Ley 24-97.
Es preocupante conocer que esta brutal agresión no fue un incidente aislado, ya que durante un año de relación, el acusado sometió a la víctima a constantes golpizas, dejándole el rostro hinchado en repetidas ocasiones. Además de la violencia física, el agresor la amenazaba de muerte, creando un ambiente de terror que agrava aún más la gravedad de los cargos en su contra.
Este caso resalta la urgencia de abordar de manera efectiva la violencia de género y la necesidad de implementar medidas que protejan a las víctimas. La sociedad debe condenar enérgicamente estos actos y trabajar hacia la creación de entornos seguros y libres de violencia, donde todas las personas puedan vivir sin temor a su integridad física y emocional.