En París, donde las temperaturas bajaron hasta 0,7 bajo cero, no se espera que supere el punto de congelación durante el día.
Francia ha despertado este lunes bajo temperaturas bajo cero en gran parte del país, marcando el inicio del primer episodio de frío invernal significativo en seis años. Aunque Météo France señala que no se trata formalmente de una ola de frío, prevé que el día más gélido será el martes, con la posibilidad de que el indicador térmico nacional caiga por debajo de los 0 grados.
Los servicios meteorológicos resaltan un cambio abrupto en el clima en comparación con días anteriores, con una disminución de más de diez grados en las temperaturas a nivel nacional. Esta mañana, los termómetros registraron temperaturas bajo cero en toda la Francia metropolitana, exceptuando la fachada atlántica y las regiones mediterráneas.
Météo France anticipa que las mínimas podrían descender incluso por debajo de los 5 grados bajo cero en diversas áreas del interior durante buena parte de la semana, afectando especialmente al Macizo Central y las fronteras del este.
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En París, donde las temperaturas bajaron hasta 0,7 bajo cero, no se espera que supere el punto de congelación durante el día. Las autoridades han activado el plan para situaciones de frío extremo, proporcionando nuevas plazas en albergues para las personas sin hogar.
En las zonas fronterizas con Bélgica, el frío agrava los problemas causados por inundaciones recientes, obligando al cierre de 16 centros escolares. En el norte de Francia, el cielo está despejado, pero los vientos aumentan la sensación de frío, mientras que en el sur se pronostican frentes que podrían provocar nevadas en áreas de baja altitud.
La ministra de la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, tranquiliza a la población asegurando una disponibilidad adecuada de energía para hacer frente al frío invernal. Destaca la normalidad en el funcionamiento de los reactores nucleares, que contribuyen al 70 % de la corriente eléctrica, y resalta el récord de exportación en diciembre. Además, menciona el almacenamiento significativo de gas gracias a medidas de sobriedad, con una disminución del 12 % en el consumo combinado de electricidad y gas en comparación con años anteriores a la crisis.