Por: Patricia Chirinos / Color Visión
La vida de un mujer cambió por completo después de comer una hamburguesa de triple carne, para ella uno de los mayores placeres del mundo, tras dislocarse la mandíbula en la primera mordida.
Holly Strevens, de 34 años, salió un día a comprar una hamburguesa de pollo para regresar a su casa y ver televisión pero terminó en tragedia.
Cuenta que la sensación era horrible, «no paraba de bloquearse y desbloquearse. En ese momento debí estirar demasiado la boca al morder la hamburguesa», afirmó a Caters.
¿Se trataba de un trastorno?
Resulta que la mujer fue diagnosticada con un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), el cuál según la Clínica Mayo, se refiere causa dolor en la articulación y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula.
Holly se ha sometido a cinco operaciones por sus fuertes dolores, convulsiones no epilépticas y ansiedad.
Tras esta tragedia perdió su su trabajo como administrativa en una oficina y además no puede comer nada sólido ni masticable.
«A lo largo de estos años, tuve mucho tiempo de licencia, ya que entraba y salía de los médicos y el dolor afectaba a mi vida. La gente abre la boca hasta 35 mm, pero el movimiento de mi mandíbula se redujo a 13 mm», relató.
Dijo que también desarrolló artritis crónica. Actualmente, la joven está en espera de una cirugía que le ayudará a que desaparezcan los dolores crónicos en el lado derecho de su mandíbula.
«Me arrepiento de haber comido la hamburguesa. Me cambió la vida. Ahora estoy discapacitada y perdí completamente mi independencia. Mi salud mental empeoró y tengo ansiedad porque podría sufrir una convulsión cuando estoy sola. Espero que me sustituyan el lado derecho de la mandíbula para acabar con el incesante dolor crónico», afirmó Holly.
