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Papa denuncia la pornografía como un «vicio» entre sacerdotes y monjas

En un pronunciamiento excepcional durante el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro este domingo, el Papa Francisco expresó su profunda preocupación y condenó el acto violento.

Por: Maholi Albuez

La Congregación de Hermanas de Santa Ana se encuentra en estado de consternación y preocupación ante el secuestro de seis de sus miembros, ocurrido el pasado viernes en Puerto Príncipe, Haití. Los secuestradores han exigido una suma alarmante de tres millones de dólares para la liberación de las monjas y su conductor, quien también fue tomado como rehén.

Según información proporcionada por Radio Télé Métronome, los secuestradores se han puesto en contacto con la familia de las religiosas, estableciendo así un tenso vínculo con la Congregación. La incertidumbre y la angustia se apoderan de la comunidad religiosa mientras esperan noticias sobre la seguridad y bienestar de sus compañeras secuestradas.

En un pronunciamiento excepcional durante el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro este domingo, el Papa Francisco expresó su profunda preocupación y condenó el acto violento. El Sumo Pontífice, visiblemente afectado, solicitó fervientemente la liberación de las monjas, instando a la paz y armonía social en Haití.

«Con gran insistencia, elevo mis oraciones por la liberación de las religiosas y, al mismo tiempo, imploro por la reconciliación y cese de la violencia en ese querido país, que atraviesa momentos de sufrimiento», expresó el Papa Francisco en su mensaje.

La Congregación de Hermanas de Santa Ana hace un llamado urgente a la comunidad internacional, las autoridades haitianas y a la sociedad en general para unir esfuerzos y garantizar la pronta y segura liberación de las monjas secuestradas, así como la del conductor que las acompañaba. La solidaridad y apoyo en este difícil momento son fundamentales para superar esta crisis y restaurar la paz en la región.